Debatiendo del batido.

Que puñetas pasó con el espíritu luchador que te respaldaba con ansia de venganza y fuerza?

Por que no sacás el valor para enfrentarte a la pena como tu mismo dijiste que harías?

El miedo te pudo una vez y tu tiraste la toalla diciendo que todo estaba perdido.

Ahora cuando vez que de nuevo está ahí acechando ya te entra el pánico y te rindes otra vez?

Pero quien te crees que eres?

Que cara de piedra esculpió esa experiencia?

No mas, no vuelvas.

Ahora que despertabas de una cueva oscura de las alas del demonio, ahora que tienes el puño cerrado y en el pecho, dispuesto a matar hasta el último suspiro.

Si todos están bien, si todo ha ido y va bien, de donde sacas la pena? de donde sacas el miedo?

No volverás a caer en el sepulcral silencio que la mano te tendió y mordiste ansiosa.

No quiero retomar una mala costumbre de ser débil y dejar que el mundo me pisotee como un cualquiera.

Puedes pensar cualquier cosa, puedes llamarlo desesperación.

Pero se acabó.

Sacando partido a un partido impartido

Volarás con alas de pez, en el mar de las nubes como aquella vez con tu espuma de miel.

Refugiada en el abrazo del amanecer, y soportando las heridas del atardecer vivirás como cuando decidiste morir.

No te cansas de cambiar, de vivir, de persistir con las innumerables e insoportables caricias de aquel palo con astillas?

Miras al gato de dos patas arrastrarse agonizante por el suelo sucio, el pelo manchado de tierra rememora la historia de rodillas y aclamando el perdón.

La imagen viva del fuego plasma como una piedra helada en tu cabeza la tristeza, y el recuerdo dormido como las alas de una golondrina blanca, se esfuma en la nube negra de la tormenta.

La guitarra resuena con tono country, ves el llano desolado, caminarás hasta el final, y darás de bruces con el futuro negro que te espera, pero como hay millones de futuros, pues a lo mejor, hasta tienes suerte.

quién te ha dicho a ti que los huevos son azules?

El mismo que me dijo que el corazón de las ballenas eras color cielo, ahora vivo atormentada por el secreto y el misterio que guardan en ellas, simples y elocuentes los secretos mas perversos de la humanidad refugiados como cálidas palabras sin pronunciar. Ahora preguntarás quien fue aquel que el corazón de las ballenas interpuso en tu arduo caminar.
Simple caballero, solo el guerrero que nadie ha osado tocar, el ser oscuro, el ser grisáseo, encontrado sin reparo en el cráneo humano.
Sera el cerebro el que te atormenta con tales atropellos?
Si, mas no dudo de mi ser, ni de los sentimientos que este conserva en formol, cansado de tales ideas absurdas me limito, alzando las manos a gritar palabrerías incoherentes, pero quien soy yo, mas un simple lector, para juzgar los repentinos actos agresivos que su ser provoca?
No os preocupéis. Solo la sombra de lo inexplicable con sus alas en el alma y las albarcas cansadas de tanto paseo es capaz de juzgar lo que este raquítico humano a empezado a hacer.
Huevos azules y rosas, solo pequeños cofres que conservan en oscuro silencio una vida, el hombre de rojo me contó una noche de luna muerta, que los que guardan con temor los huevos de color, mantendrán largas sus vidas, puedo o no, creer al hombre que de llamativo ser colorido?
Creeré en las palabras vagas de un borracho indeciso, que puedo perder?
Segundo mas, segundo menos, tiempos das y quitas, yo conservo en pequeño secreto mis huevos y cuando eclosionen tendré en mi mano el poder de ser una verdadera asesina.

Satanas

Soledad, una cristiana pura, sin pecado alguno, su vida fue perdiendo su sentido al paso del tiempo, las mañanas siempre hacía el mismo rezo, las mismas oraciones, en el monasterio apenas podía relacionarse con la gente del exterior porque eran pecadores...Su vida fue cayendo en un absoluto desconcierto.

Hasta que llegó el día de su cumpleaños, habían sido los 20 años mas aburridos de su breve historia y ella agotada de esa rutina, decidió dejar de lado lo que el cristianismo le había estado aportando todos estos años.

Mando el mundo a la porra, y a las doce y media de la noche se ahorcó, dejando su cuerpo colgando en lo alto del monasterio.

El silenció reinaba en la noche de invierno, el frío iba poniendo aquel cadáver pálido, cristalizado, y la ventana se abrió de repente, una corriente de aire frío apartó la vieja alfombra que había en el piso y el suelo de madera añejo quedó despejado.

Mientras tanto, en lo mas profundo de la tierra, las llamas impactaban, y el azufre gritaba en las paredes de la morada del mas grande y temido, del que nadie quiere escuchar mencionar.

Satán sentado en su trono contemplaba orgulloso su imperio de dolor, caos, destrucción y muerte.

Cuando un papel en llamas se plasmó delante de sus ojos.

-Mmmh, curioso...e interesante- La voz profunda dibujo con humo una silueta en el aire.

Levantándose de su trono se acercó a su carruaje infernal y partió hacía el mundo exterior dejando una nota que decía:

"Si no sabéis que hacer, limitaos a hacer sufrir, como no lo hagáis, os mataré en cuanto vuelva. Firmado: Satán"

La tierra endemoniada se fue quedando atrás...

Se divisaba en la oscura noche invernal un monasterio, oculto entre arboles y secretos, el carruaje se posó a unos metros de la entrada, Satán desapareció y tras una cortina de humos y fuego, apareció en la habitación de Soledad.

Cortó la soga que sujetaba su frágil y pálido cuello, el cuerpo cayó y antes de tocar el piso se encontraban en las garras del demonio.

-Levanta muchacha-Le susurró al oído, el cuerpo comenzó a tener unos pequeños espasmos y los ojos de la muchacha se abrieron.

Pasaron minutos desde que Satán agachado en el suelo miraba a la joven y ella le miraba a el, sin entender que estaba pasando.

Unas leves palabras dibujaron con aliento rompiendo el silencio.

-No... de...bí hacer eso...-Soledad murmuró sin dejar de mirar al diablo que sujetaba su cuerpo.

-Te daré otra oportunidad asquerosa cristiana, pero solo porque me gustas-Satán levantó el cuerpo con sus brazos y se la llevó al inframundo en su carruaje infernal.

Un día mas

El tiempo esta transcurriendo con mayor velocidad de lo que me esperaba.

Me consume la llama del pasado y no consigo huir, me es inevitable no mirar hacía atrás, o temer por lo que puede pasar.

Esto está pasando a ser algo físico, y cada vez estoy mas enferma de todo.

No se hasta cuando podré aguantar esta situación de mierda, solo quiero que se termine todo de una vez , pero no quiero que llegue hasta el punto de mandarlo todo a la mierda, porque me acabaré arrepintiendo....lo se...