Hice el esfuerzo por construirte tu altar lejos del resto de personas que andaban conmigo.
Dejando todo atrás e intentando mirar solo hacía delante.
Sin importar lo que las palabras dibujaban en mi cabeza.
Me quemé las neuronas cuando quise expresarme correctamente.
Ahora que no hay nada en mi vacía cabeza podré ser feliz.
1 comentario:
En la cabeza siempre hay cosas rondando, aún así te deseo que seas feliz.
Un abrazo
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