La copa barata se rompió, y la de oro me pesa demasiado para recogerla
Mis manos no son tan fuertes ni yo tengo tanta paciencia, que será de mi otro yo?
Se mantiene en silencio, riendo a escondidas por las desgracias que padeció mi yo pasado
Asomada a la terraza, la brisa mece el pelo y la luna se ríe de mi otra vez.
Miro la lata vacía en mi mano, y a las diminutas personas caminar tranquilas por las aceras repletas de colillas fumadas por algún degenerado.
Alzo la mirada mas allá de las grúas, mas allá del mar, llegando a una isla perdida repleta de montañas árboles, ríos, donde estas?
Se me cierran los ojos y es temprano para mi.
No tengo miedo, no tengo frío...Siento en la boca un sabor a ceniza gastada y a risas frustradas por un puñado de palabras que nunca llegue a decir
Las letras verdes me dan la pista para huir, no tengo nada que perder que es eso que brilla? ¡¿por qué no apareciste antes diciéndome que todo tenía una solución?!
Adiós cálido infierno, hola frío paraíso.
Con las esposas, los candados y muchas mariposas, mariposas por doquier, manchando con su sangre marrón mi precioso suelo amarillo, imitando la luz del sol.
Ahora abriré los ojos y no estaré allí, no repetiré, ni quiero, y ahora me esfumo.
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